domingo, 6 de septiembre de 2009

Crecer


Me faltan días para cumplir dieciocho años, y al parecer ya empecé a vivir esa crisis que vi vivir a otros antes...

Es hora de crecer, de independizarse, de tomar el toro por las astas, y construir tu presente proyectando tu futuro, aprendiendo del pasado.

Es complejo, uno flaquea seguido, experimenta decepciones, desilusiones que lastiman y dejan marcas. Pero después pensando comprende que esas marcas sirven para no volver a tropezar con la misma piedra.

Siento una opresión constante en mi pecho, y estoy alerta todo el tiempo, porque siento que salgo de un problema y en seguida va a aparecer otro. Veo esos problemas como una nube gigante sobre mi cabeza que nubla mi camino, y no entiendo por qué otros no ven esa nube como yo, siento que no me creen y empiezo a enojarme, me enfurezco y me aíslo, dejo de escucharlos, ellos están ciegos, no ven lo que me atormenta, no me entienden. Pero entonces el problema pasa, la nube se disuelve y la veo irse a la lejanía, resulto ser que era chiquita y que no era tan grave la tormenta. ¿Tenían razón los otros?

Ahí es cuando empiezo a reflexionar. Ese idioma raro en que me hablaban, todas esas palabras indescifrables que me decían y que me hacían pensar que estaban todos locos, cobran sentido, de repente hablo su misma lengua, los comprendo, y veo que era yo la que no entendía. Todo queda en mi memoria, y reaparece como un fantasma ante otra situación semejante, ya no me equivoco, ahora escucho atenta y acepto los consejos, eso me ayuda, y salgo adelante.

Pero aparecen nuevos conflictos, nuevos nubarrones gigantes que me obstruyen el camino, nuevas angustias, desesperaciones, vuelvo a flaquear, a errar, luego a pensar, y por último a aprender.

Las heridas van cerrando de a poco, y las cicatrices me recuerdan lo que me paso por jugar con fuego. Así voy creciendo, me voy haciendo fuerte, y construyo los sueños que tengo, los hago realidad, aceptando la ayuda que me quieren dar, y esforzándome para conseguir lo que quiero con mi propio trabajo. Soy quien forja mi destino, tomo las riendas de la vida, yo decido que quiero, y en la medida de lo posible lo creo para mí.

Sí, estoy por cumplir los dieciocho años, estoy atravesando esa crisis de descreimiento, de desilusión, de caídas y reincorporaciones. Me vuelvo reflexiva, pensante, alcanzo tal profundidad que logro conocerme, y entender de a poco la vida.

Las crisis no son malas, de hecho son necesarias, con ellas se aprende y se comprende. No es nada malo... simplemente se llama "Crecer".

02/09/2009

Annie

1 comentario: