sábado, 28 de noviembre de 2009

La casa está vacía


Amanecí, extrañándote de nuevo,
Llorando las penas sobre el mismo pañuelo.

Pañuelo de las glorias perdidas,
De las discordias ajenas,
De la desesperanza que aprieta
El corazón, de los que viven soñando.

El día tiene un aire nostálgico,
Y el sol no parece querer reconfortarme.

Y otra vez ese pañuelo de lágrimas añejas,
De charlas inconclusas,
De broncas rencorosas,
Que sembró el diablo traidor.

Siento que no estoy.
Siento que me voy.

Se enfrían las razones que tenía
Para esperar una salida de emergencia.

Y siempre quise dejar de ser tan ilusa,
Pero el corazón se rehúsa a dejar de esperarte.

Me voy hacia otra parte,
Para tenerte más cerca.

Con el pañuelo en la mano,
Con la pena y el desencanto,
De de los treinta días que cuento
Con la casa vacía.

28/11/2009

Annie.

viernes, 20 de noviembre de 2009

A los ángeles de mi cielo.


Vivimos equivocados, chocando con la misma piedra.
No la quisimos ver, la negamos hasta que te fuiste.
Nos dejaste con el abrazo partido y el encuentro trunco,
Pero lograste que abriéramos los ojos para siempre.

El cambio fue rotundo y refrescante,
Como la brisa del otoño después de un agobiante verano.
Estamos juntos, y despiertos.
Y como toda pesadilla, el consuelo es saber que terminó.

No correspondería pedirte nada ahora,
Pero me siento extraña en tu ausencia sin retorno.
Sé que en algún lugar estás mirándonos,
Me encantaría que nos des una señal de perdón.

Me hubiese gustado que las lágrimas fuesen de alegría,
Me hubiese gustado que estuvieras ahí para abrazarnos,
Me hubiese gustado que respires y sonrías,
Me hubiesen gustado tantas cosas, pero hoy la realidad es ésta…

Y sé que no querés que me caiga, tengo una promesa que cumplirte.

20/11/2009

Annie