sábado, 8 de mayo de 2010
Renaciendo
Es una tarde blanca, de ilusiones y canciones
Que acompañan mi café con esperanzas.
Es una tarde mansa, de conversaciones y perdones
Que concluyen los enojos con palabras.
Y en la cámara de fotos se atesoran las imágenes,
De aquel sauce en el campo que sombreaba mis penas,
Del reloj en la pared detenido en las siestas,
De las risas, de los llantos, y los cantos del ayer.
No sonrío porque sé que estás ahí, sonrío porque te fuiste.
No describo lo que digo que viví, sino lo que he pensado.
No termina lo que nunca fue, sólo comienza lo que fue anunciado.
No te hablo de lo que sabes, te cuento lo que te perdiste.
Es una noche fría, de esas que piden cama y un buen libro.
Es una noche sobria, de miércoles sin limón ni sal.
Es una noche vieja, de recuerdos encerrados en tus ojos.
Es una noche, y basta con decirte que me encanta.
Y en el tren del no me acuerdo dejé que se fueran mis miedos,
De caerme y lastimarme otra vez con tu presencia,
De buscarme y no encontrarme en mis ideas, mi cabeza,
De soñar y de esforzarme en vano, ante los malos ratos.
No es un cuento, es una vida que me corre por las venas.
No es un mar, es una herida que se cierra con el tiempo.
No es un candado, es una llave que te doy para que salgas.
No es un verso, es una prosa disfrazada con metáforas.
Y acá estoy, renaciendo en las palabras hechas canto,
Que coronan lo sufrido en la vida anterior.
08/05/2010
Annie
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