Allá donde se esconden los temores.

Estoy sentada en la piedra de mi camino,
Es día de malos humores y malos entendidos.
Se rayó el disco de las discusiones vanas,
Y repite las incoherencias como salmos de misa.

Me ajustan los zapatos y me siento prisionera,
De mis malos actos, y de mis penosas penas.
Se deja caer la inocencia de la risa
Y entonces sopla la brisa de mis llantos.

El mar está revuelto y las olas se enfurecen,
Con el mundo, con la vida y con los años.
El mar está revuelto y con su ruido me amenaza,
Con desnudar mis verdades inconclusas.

Me siento observada por los ojos del olvido,
Que no entienden que he venido para irme lejos.
Me clavan su mirada que revive sentimientos,
Para amarrarme en el muelle y no dejarme ir.

Estoy sentada aquí, en la misma piedra,
Sin saber como vencerla, y sin imaginación.
Se me acabó el papel para escribir confesiones
Y entonces comprendo que es mejor callar.

Allá donde el mar pierde su encanto,
Allá donde el camino se vuelve espanto,
Allá donde no existen los sueños de verano,
Allá es adonde no quiero llegar jamás.

17/12/2009

Annie