Murmullos, miradas falsas,
alguien se abre paso a empujones.
Pero en este teatro
las figuras dan la espalda.
Una voz y un ruido sordo
detonan.
Todos los jueves a las tres de la tarde se
fusilaba a los condenados en la Plaza
Mayor.
Una mujer tomaba las manos de su pequeño todos
los jueves a las tres de la tarde.
El pequeño le preguntaba:
-¿Qué temes?
Y ella le respondía:
-El silencio de Dios.-
Y como un ritual, se repetía la escena, en ese
teatro donde las figuras daban la espalda y un disparo silenciaba a Dios,
mientras una madre sostenía en sus manos las de su hijo y se oían murmullos, se
cruzaban miradas falsas
y a empujones la chusma se abría paso,
aunque sólo para oírlo
Detonar.
Annie.
”SANTO DIOS, LA
VIDA ES UN INFIERNO”
(UNA AGENTE NAZI)
“PADRES Y MAESTROS, YO ME PREGUNTO
¿QUÉ ES EL INFIERNO? SOSTENGO QUE ES
EL SUFRIMIENTO DE NO PODER AMAR”
(DOSTOIEVSKI)
“PARA ESMÉ,
CON AMOR Y SORDIDEZ”. J.D. SALINGER.