sábado, 30 de marzo de 2013

“… una palabra tuya bastará para sanarme.”



A veces, las palabras callan
y los silencios,
hablan.

Auschwitz-
Ante mí, el silencio
aquel, del estremecerse.

Como un verdadero
pecado original
que marca a fuego,
a la humanidad toda.

Como una nueva babel
que nos confunde las palabras
enmudeciéndolo todo,
hasta a la tierra.

Auschwitz-
una constante de horror
un dolor, lacerante.

A veces, la razón no tiene incumbencia
y la sinapsis,
se corta.

20/03/2013.

C.

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